Profeta en su Tierra


Pocas son las personas que conozco que han tenido el privilegio de ser escuchados y reconocidos entre sus pares.
Su sabiduría ancestral, su humildad y calidez eran una mezcla casi perfecta que provocaba una alquimia difícil de esquivar.
Tenía la capacidad de revelar en pocos minutos ese diamante en bruto que todos tenemos guardado, y que tantas veces buscamos afuera, siendo que está tan cerca, y que solo haciendo el viaje hacia el interior de uno mismo, y haciendo lo que uno ama hacer realmente se puede hallar.
Hoy después de casi 20 años que ya no está físicamente, sigue apareciendo gente que lo recuerda, no sin lágrimas en sus ojos, por tantas enseñanzas…

Muchas veces le escuché decir que entre otras cosas, se vive para ser un buen recuerdo… y vaya si lo logro!